domingo, 15 de diciembre de 2013

El Juego de la Vida

No creo que alguien de nosotros quiera ver sumergido en el fracaso a sus hijos, tal como nuestros padres estuvieron presentes en nuestro desarrollo, nosotros ahora buscamos ese éxito de nuestros hijos, unos tomaran parte de este desarrollo tan solo como simples testigos y otros inclusive querrán enfrentar las luchas y las adversidades de sus adorados retoños,
En el juego de la vida existen puntos que podemos definir como claves, los problemas escolares, decepciones amorosas, preferencias profesionales, derrotas laborales, elegir pareja, etc.

El que solamente es un espectador del desarrollo de sus retoños es como si estuviese en la tribuna comentando las buenas o malas jugadas que hacen sus hijos en el juego de la vida.
En cambio el que quiere decidir todo por sus hijos se enfrenta al rechazo que provoca la rebeldía y la falta de experiencia y puede ser expulsado del juego.

Este comportamiento esta finamente formado en nuestras propias experiencias y los concejos aceptados o no, de nuestros padres, esa es la gama de posibilidades que manejamos en este juego, que de por cierto no existen repeticiones y no se presentaran revanchas salvo casos específicos.

Muchos padres se sentaran en la tribuna a ver el juego de sus pequeños comentaran las excelentes jugadas y lamentaran las malas, otros serán una especie de directores técnicos que trataran de dirigir las vidas de sus niños para que lleguen a buen puerto, otros en cambio querrán participar activamente se meterán a la cancha para vengar alguna falta cometida a nuestro retoño, gritar y ganarle la moral al árbitro para que favorezca a nuestros engreídos, inclusive lo obligaran a repetir la jugada hasta que nuestro bello retoño logre el éxito.
Imaginemos el minuto 90, penal a favor de nuestro crio, es momento de escoger profesión. Nosotros entramos a la cancha le decimos patea a la izquierda (ingeniería) a la derecha no (filosofía), queremos decidir por ellos lo atosigamos y lastima, el mismo nos expulsa de sus vidas y nos dice déjame jugar; nos vamos con el rabo entre las piernas por esta actitud. Nosotros miramos desde lejos a ver qué sucede, Pero el penal tiene que ejecutarse y se presentan las siguientes opciones.
1. Rehúsa patear el penal diciendo no estoy listo.
2. Decide impulsado por su rebeldía patear al sentido contrario del que queríamos y falla.
3. Anota el gol del triunfo, y logra el éxito, estábamos equivocados nosotros.
De verdad muchos de nosotros enfrentamos día a día este juego que nos ofrece la vida escogemos alternativas basados en nuestra propia experiencia y muchas veces miramos en busca de nuestros padres solicitándole algún concejo y muchas veces preguntamos al cielo, porque nuestros padres no nos dieron esa dirección técnica para enfrentar este juego, pero nos olvidamos que en un arranque de cólera y guiados por un impulso decidimos expulsarlo de nuestro juego.


Cariños Hector.OGG.

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