Abacho, Becho y tu Yapita
Ese despertar hacia nuevas experiencias, me llego a un
joven con tan solo 13 años, a experimentar el comienzo de nuevas sensaciones,
no sé como pero de un momento a otro tenia a mi novia, ella se llamaba Carmen,
pero todos en el barrio le decíamos “Mona” y de verdad era una monada de niña
con sus doce añitos llenos de dulzura y candidez, ella siempre estaba
deslumbrante y atrevida con sus zapatitos de charol, sus medias cubanas y su
vestidito de blondas y encajes que dejaba ver sus rodillas y algo más, siempre
ella con sus seductoras cintas de color carmesí en su cabello, era una diosa.
Con ella pase mis primeras experiencias de enamorados, si
se le puede decir así, nos veíamos en el parque, teníamos nuestro árbol
preferido el cual era testigo de nuestros primeros ábachos y bechos; ese árbol
guarda las iniciales de nuestros nombres en su tronco, iniciales que me costó
dos semanas grabar utilizando un cortaúñas, éramos felices en nuestras citas
bajo la copa de nuestro árbol, cada abacho y becho era una experiencia mágica
para los dos.
Pero esta relación casi angelical se turbio cuando sus
padres decidieron mudarse a otro lugar, la despedida fue trágica y me sumergí
en el dolor y angustia de perder a mi amor, justo faltando una semana para del
día San Valentín, día de los enamorados, fue triste la pena me duro largo
tiempo, fueron dos largos y penosos días que estuve cabizbajo y meditabundo;
hasta que conocí a Galita, una niña un poco mayor 15 añitos, y con una estampa
de modelo de Play boy colosal, ya tenía senos y sus curvas se acentuaban en su
ropa; yo con mis 13 años y con un vasto legajo de experiencia en temas de
amores, la aborde con una inocencia y candidez casi virginal recibiendo como
respuesta un SI al instante, estaba eufórico ya tenía nueva enamorada aunque un
poco mayor que más daba y no estaría solo el día de San Valentín.
Galita con la inocencia de sus 15 años, me pregunto si
había tenido alguna novia antes y le dije todo orgulloso que sí, ella siguió
preguntando que hacíamos, le conté de nuestro árbol y de nuestros fogosos encuentros
de abacho y becho; Galita sonrió y dijo “yo te voy a dar Abacho, Becho y tu
Yapita”.
Esto de la yapita me tenía un poco desconcertado, yapita es
cuando uno compra por decir algún producto, por decir 10 panes y gratis te dan
uno más, eso es yapa y yapita es el diminutivo de Yapa.
Yo entre mí, decía ella cuenta los abacho y becho y después
me dará más de Yapita. En fin no estaba preocupado.
Pero llego el día de San Valentín, no era un magnate como
para llevarla al cine, solo nos limitamos a caminar por el parque y fuimos en
busca de nuestro árbol el cual por supuesto seria solo nuestro, quedaba junto
al árbol de Carmen ahí dimos riendas sueltas a todos nuestros abachos y bechos
imaginables, ya había pasado bastante tiempo y era tarde era hora de decir hasta
luego, pero ella me detuvo y me dijo ahora te voy a dar tu yapita.
Si quieren saber cual era la yapita imagínenselo, porque es
para mayores de edad y Uds. son una niñitas, pero les digo que era algo mucho
más que abacho y becho.
Feliz Día De San Valentín, Día del Amor y Amistad.
Cariños Hector.OGG.
Soy Tímido, Por Favor Insistir
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