jueves, 13 de marzo de 2014

Hikikimori-Generacion Perdida

    Estaba ojeando algunos artículos internacionales y me doy con uno que me hizo recordar, mi época de estudios en la primaria. En ella de verdad pase momentos agradables y también de los otros como muchos de nosotros.
Pero la presión que en cierto modo se ejercía era algo estresante, se me exigía el primer puesto el cual desde el 3er y 4to año lo obtuve, pero el 5to tuve un oponente de nombre chino “Mau” el entro a tallar en la competencia estaba segundo en la general y amenazaba pasarme; en este punto sentí como se probaba mi capacidad y mi supuesto IQ, pero estaba cansado de esta presión y quería salir de esta situación no sabía porque o como pero me sentía agobiado.
Este cansancio me llevo a inventar cosas, para ser más claro mentir, comencé con enfermar a mis profesores y regresarme a casa con esa excusa y a mis profesores cuando me preguntaban porque había faltado a clase, no se me ocurrió otra cosa que enfermar a mi madre, esto lo realice algún tiempo faltaba a clases con el único fin de ver un poco de televisión, salir de la rutina y del fastidio que comencé a sentir por la escuela.
Pero toda mentira tiene piernas cortas y pronto se encontraron cara a cara los supuestos enfermos, mi madre solo me dijo ¿Por qué? Al igual que mis profesores, es indudable que a esa edad de 11 años me faltaban respuestas ya que ni yo sabía el por qué.
Mi padre me dijo “está bien basta de presión si no quieres ir a la escuela, iras cuando tú lo desees” eso basto para mí.
Regrese a la escuela y luche ese primer puesto palmo a palmo con Mau, fue una batalla en la cual tuve que recuperar todo el tiempo perdido ya que había bajado hasta el 6to puesto de la general, no obtuve el primer puesto, me tuve que conformar con ser el 2do.
Pero mi padre me dijo algo que hasta ahora hoy recuerdo “en la vida hay luchas que valen la pena y otras no, lo principal es saber identificar cual es la que vale la pena, ser el primero o segundo no interesa, lo principal es ser mejor cada día”
El Hikikomori es un trastorno afectivo y psicológico que sufre 1 de cada 10 jóvenes japoneses. Consiste en un aislamiento voluntario total o parcial en una de las habitaciones de su casa y puede durar años. A estos jóvenes que deciden aislarse de la sociedad se los conoce como “generación perdida”, una generación que tiene pánico al fracaso debido a un déficit emocional y que ya alcanza la alarmante cifra de 1.200.000 japoneses.
La presión que ejerce sobre los jóvenes la sociedad nipona es muy fuerte, incluso opresiva. El progreso del país recae sobre sus hombros y por ello se les exige un altísimo rendimiento académico. Muchos jóvenes no pueden soportar esta presión y no encuentran una vía de escape ya que el tiempo dedicado a la tecnología ha ido ganando terreno a las relaciones personales. El fracaso no es admisible, de aquí que un Hikikomori reaccione aislándose socialmente para evitar toda la presión exterior, perdiendo así su identidad como ser social.
Cuantos padres presionan a sus hijos por los primeros puestos prácticamente obligándolos al éxito, sin dejar acaso un espacio para la recreación propia de su edad infantil o juvenil, en tu azarosa vida cotidiana ¿cuantas veces has sentido esa presión? o ¿cuantas veces has visto que ejercen esa presión en los niños?


Cariñosamente Hector.OGG.

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