Debido a múltiples problemas de interpretación
de señales, hace poco decidí cortar un poco mi participación activa en este
medio, por lo cual tome como iniciativa el curiosear por los escritos de otros
miembros, dentro de todos me llamo la atención los escritos que hacían loas al
feminismo, es decir existe una corriente femenina muy fuerte.
Yo en lo personal soy un convencido que la
mujer puede ser tan igual o mejor que el hombre en muchos aspectos, sean estos
personales, profesionales o de simple definición.
Pero los artículos que según ellas describían
como cabezas de playa del feminismo resultaban ser sumamente contradictorios y
bipolares, en algunos decían la capacidad profesional de la mujer y al mismo
tiempo le cerraban la puerta a esta posibilidad.
Si esto fuera cierto estarían sumergiendo a la
mujer en el limbo de su desarrollo, desconociendo todo el progreso a que han
llegado y que seguirán avanzando en su evolución.
Pero el factor común de estos artículos es
“lapidar al Hombre” contradictorio parece esto, ya que según ellas se pretende
superar al hombre, al cual ellas mismas consideran mediocre.
Es decir ¿quieren ser más mediocres que el
hombre o dejar la mediocridad?
El ser humano, en particular el hombre en su
desarrollo, no se detuvo a escribir o hablar mal de la mujer, por el contrario
se centró en adjetivos y los salto.
Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa,
Miguel de Cervantes Saavedra, cuando escribieron sus más grandes obras
literarias nunca se detuvieron a escribir o hablar mal de la mujer, solo se
concentraron en su imaginación literaria, investigaron analizaron y
desarrollaron todo ese intelecto que casi todos conocemos y disfrutamos.
Un claro ejemplo de feminismo bien llevado, es
decir sin caer en excesos es el de la bella y talentosa escritora española Rosa
Montero, en su obra “Historias del rey Transparente” deja sentados los deseos
de triunfo de la mujer aquí les trasmito un párrafo.
"Soy mujer y escribo.
Soy plebeya y sé leer.
Nací sierva y soy libre.
He visto en mi vida cosas maravillosas.
He hecho en mi vida cosas maravillosas.
Durante algún tiempo, el mundo fue un milagro.
Luego regresó la oscuridad.
La pluma tiembla entre mis dedos
Cada vez que el ariete embiste contra la
puerta.
Un sólido portón de metal y madera
Que no tardará en hacerse trizas..."
Este pequeño párrafo es un canto de libertad y
como verán nunca hablo mal del hombre.
Con esto solo quiero hacer notar que la lucha
de las feministas no está bien encausada, el hombre no es su enemigo, más bien
creo que como yo piensan muchos hombres y le dan todas las facultades a la
mujer en su desarrollo.
El verdadero enemigo de la mujer, son sus
propios temores, sus propios miedos, la inseguridad, ellas tienen que confiar
en sus propias actitudes, no buscar excusas, ni buscar un culpable (hombre),
salir a campo abierto y luchar por un espacio, un espacio que solo conseguirán
con su intelecto, con su capacidad para asimilar sus triunfos y sus derrotas,
donde su coeficiente intelectual se pondrá a prueba de forma constante y con
acidas criticas de todo calibre, como me expongo yo en este artículo.
Vencer los propios temores y miedos es lo que
necesitamos; ese es el primer paso que todo ser humano sea hombre o mujer, debe
dar en cada actividad que realice.
Gracias.
Hector.OGG.
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