En el camino de nuestro
desarrollo físico y psicológico nos encontramos con varios convenios o tratos,
que hacemos con el fin de pedir nuestra libertad, pedir permisos, solicitar
nuestro espacio, reclamar autonomía, beneficiarnos de alargues, querer cambios,
etc., pero también tenemos que bregar con trampas que nos ponen las
generaciones (padres), hoy somos casi todos padres y utilizamos tal vez el
mismo método que nos aplicaron a nosotros.
El presente es algo
figurativo que es muy común ver:
Mayito tenía 5 años, y
le encantaba bajar a la bodega de vinos de su padre y había encontrado un
delicioso vino oporto de fabricación casera, el cual era el orgullo de su
padre, tenía la costumbre de beber, a escondidas sin que nadie lo viera, hasta
que un día su padre preocupado por saber quién se tomaba su vino lo sorprendió.
Su padre le dijo no
Mayito, eso es para gente grande.
Mayito respondió, “pero
si yo soy grande además es dulce y se siente bien”
En ese momento su padre
encontró una oportunidad y le dijo si tú eres grande entonces hay que botar el
chupón a la basura.
Mayito pensó que era
fácil ya que el tenía una gran colección de chupones en la casa del abuelo, en
el armario, en su cómoda, entonces acepto.
Pero no contó con la
astucia de su padre el cual se encargó de desaparecer todos los chupones y
comunicar este trato a toda la familia.
Por la noche Mayito no
podía dormir sin su chupón estaba frustrado se sentía mal sin su chupón, busco
una pañoleta de su madre la coloco entre sus manos y su mejilla y a partir de
ese día la pañoleta de su madre reemplazo a su chupón.
Desde ahí han pasado más
de 20 años y aún conserva la pañoleta de su madre, recordando siempre el mal
convenio que llego con su padre, ahora que ya es mayor se pregunta no hubiera
sido suficiente con prohibir el ingreso a la bodega con un candado y no
recordar esa traumática noche en que no podía dormir sin su chupón el cual
hubiera desaparecido paulatinamente.
¿Cuántos tratos has
aceptado con tus padres?
¿Cuantos tratos has
hecho con tus hijos?
Figurativamente Hector.OGG.
recuerdo que me chupe el dedo hasta los 12 años algo anormal pero era delicioso dormir con el en mi boca hasta que mis compañeras de clases me descubrieron.si mis padres me hubieran prohibido eso desde mas niña creo que hubiera sido mejor.
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