miércoles, 22 de agosto de 2012

Cancer



Este articulo, no es de mi autoría pertenece a una mujer a la cual quiero, estimo y respeto, que supo sobreponerse al mal del cáncer; creo yo, que es muy importante para nosotros el leer este escrito, porque nosotros mismos no estamos exentos de sufrir o ver sufrir a un familiar o amigo de este tremendo mal.

CANCER; MI EPISODIO... 

Me he preguntado a menudo si el cáncer vino a mi vida, con que razón. ¿Había una razón universal? ¿Era apenas una mera coincidencia? O ¿era él, parte del plan maestro? Cueste lo que cueste, tengo que estar en las filas de los sobrevivientes del cáncer de seno y me pregunto continuamente si es la voluntad de volver siempre a mi vida. Nunca pregunte ¿porqué yo? o ¿porqué no alguna otra? Era joven, acababa de dar la vuelta a los 36 años, y tenía mucho que recorrer en mi vida. No fue algo muy dramático encontrarlo en mi seno, realmente, lo encontré una noche mientras que miraba un programa indescriptible en la televisión. No conseguí asustarme; sin embargo, recuerdo que mi corazón comenzó el batir absolutamente de forma vertiginosa. Sabía en ese momento que no era bueno. ¿Por qué o cómo? Realmente no sabia – solo sabia que eso iba a cambiar mi vida. 
Día 11 De febrero 1999, el día que me diagnosticaron cáncer al seno; Nunca me olvidaré de ese día. Aquí estaba el comienzo de un nuevo episodio en mi vida. Todo era tan extraño para mí -- los doctores, las enfermeras, el movimiento constante de un lugar a otro; de una persona a otra. ¡Todo sucedía tan increíblemente rápido! Mi vida se movió desde la diagnosis, a la cirugía, a la quimioterapia, y entonces finalmente a la radiación. Un año entero de mi vida fue dedicado al cáncer; indudablemente, mi vida fue puesta a prueba. 
El año entero estaba lleno de un gran drama; nunca había un momento que no pensara en el cáncer de pecho o de buscar el mejor tratamiento para mi cuerpo. Aquí me inyectaban con peligrosos materiales -- imagínense, incluso las enfermeras usaron guantes y ropa especial para traerme la materia y ahí ¡finalmente en mis venas! El primer tratamiento era el más atemorizante. La sustancia roja venía en mi sistema y mientras lo miraba me preguntaba... ¿porque yo? ¿Qué hago aquí? Las ideas me pasaban a través de mi mente y el terror; los rasgones; en todo eso me vi. Parada en un precipicio eche un vistazo abajo. El agua que me quería tocar; me llenaba de su ser…y el miedo se apodero de mi ser. En ese momento en particular, me sentí ahí parada y tan vulnerable… sin nada que me pretejiera -- allí estaba en mis pensamientos -- el mirar desnudo sobre el inmenso océano y la sensación de que la tiniebla tocaba mi cuerpo. Mi mundo y yo caíamos y nos preguntábamos... ¿donde esta mi dios, donde esta El en este momento? ¿Ahora? ¿Por qué? ¿Por qué – El se olvidó de mí? 
Los tratamientos fueron más tolerables de recibir psicológicamente, pero no físicamente. Mi cuerpo se preguntaba hasta que extremo voy a tolerar. Yo comenzaba a notar lo púrpura en mis cabellos, el pelo que se caía de mi cuerpo, de mis cejas, de mis brazos -- de todas partes. El día siguiente decidí afeitarme la cabeza, era traumante y al mismo tiempo esclarecedor de mi situación. Me arme de valor y me pare delante del espejo del cuarto de baño... ¡un encuentro tan dramático! Allí estaba yo, sin ningún pelo, con una cabeza redonda y pensando, por Dios, soy una hermosa ¡mujer! Perfecta alrededor mió, sin topetones, sin ninguna contusión y sin ¡pelo! Tomo ese momento para enseñarme que realmente tengo que amarme a mi misma y eso sí, soy una mujer hermosa, y que ninguna cosa, mi tamaño, mi altura, o mi posición influía, pero estaba viva, pero aun…en ese momento los pensamientos muy tristes flotaron alrededor mió. 
Ésta fue mi vida por 24 semanas -- con un total de ocho tratamientos cada tres semanas. ¡Ningún plan para mí! Iba a la visita medica, consiguiendo mi medicina y durmiendo. El dolor era fuerte ocasionalmente; Me sentía como si estuviera parada y desnuda en algún extremo del Polo Norte y una ventisca fría venía a mí. El dolor no lo aguantaba – me llenaba y me cubría de oscuridad…pero veía que pronto llegaría la luz…
Todo pasó antes de que me diera cuenta; complete las 8 semanas de radiación. Esa experiencia su fue brutal Aquí me midieron inicialmente, me tocaron, me empujaron, me calificaron y me enviaron a mi hogar para que borrara las marcas de mi cuerpo. ¡Una experiencia tan humillante! Me sentía como un pedazo de carne listo para la casa de matanza -- pero, tuve que ser fuerte. Mi supervivencia dependía de ello. 
Mi piel fue secada, drenada como el desierto de Sahara, sin la importancia del lugar. Lo bueno que deje el sujetador por un tiempo. Usé las camisetas a toda hora porque todo me lastimaba. Esto todo era a diario vivir un mundo de técnicos, de enfermeras y de doctores. Realmente, mis senos eran puyados, tocados, empujados y movidos hacia adentro y afuera y en muchas direcciones, fue tal la tocadura que llegue a bromear continuamente con el doctor preguntándole que cuando iba yo a sentir el placer de todo este manoseo. El placer nunca llego; la curación comenzó. 
Ocho semanas de tratamientos y de mucha fuerza, condujeron a mi recuperación. Ahora mis senos están sanos, pero mi alma había sido marcada con una cicatriz de por vida. El miedo estaba allí latente-- ¿volverá de nuevo? Qué ¿en 5 años? ¿10años? ¿20? 
Tengo la preocupación presente del cáncer y si volviera a visitarme. Creo que me he curado y que nunca volverá. ¡Y si, lucharé con toda mi alma contra ese mal! Lucharé por todas esas mujeres que perdieron, por las que ganaron, y para las que están luchando ahora. Mi alma se curó, mi corazón esta recuperado y mi mente es tan fuerte como siempre. Ahora ayudo a los que están experimentando el choque, la preocupación y amenaza de una muerte. Luché por mi tía, que perdió la lucha, y Lucho por todas esas mujeres que no saben que hay un sin fin de posibilidades de curación. Tome entonces yo la iniciativa y me puse en las filas de los sobreviviente y ahí, les muestro mis cicatrices a las que las quieran ver. Yo se que en la mañana, el sol se levantará y se fijará otra vez y las oportunidades son así, sin fin, para vivir una vida sana y satisfactoria.

Gracias.

Cariñosamente Hector.OGG

No hay comentarios:

Publicar un comentario